El Arte Griego marca un referente para la civilización occidental que
perdurará hasta nuestros días. Los modelos griegos de la antigüedad son
tenidos como clásicos y las normas escultóricas y los estilos
arquitectónicos han sido recreados una y otra vez a lo largo de la historia.
PINTURA
Para hablar de la pintura griega es necesario hacer referencia a la cerámica, ya que precisamente en la decoración de ánforas, platos y vasijas cuya comercialización era un negocio muy productivo en la antigua Grecia, fue donde pudo desarrollarse este arte.
Al comienzo los diseños eran elementales formas geométricas, que apenas se destacaban sobre la superficie.
Con el correr del tiempo, éstas se fueron enriqueciendo progresivamente
hasta cobrar volumen. Aparecieron, entonces, los primeros dibujos de
plantas y animales enmarcados por guardas denominadas "meandros".
En un próximo paso, ya en el período arcaico, se incluyó la figura humana,
de un grafismo muy estilizado. En medio de las nuevas tendencias
naturalistas, ésta cobró mayor importancia al servicio de las
representaciones mitológicas.
Las escenas se organizaron en franjas horizontales paralelas que permitían
su lectura girando la pieza de cerámica. Con el reemplazo del punzón por el pincel los trazados se volvieron más exactos y detallistas. Las piezas de cerámica pintadas comienzan a experimentar una notable decadencia durante el clasicismo para resurgir triunfantes en el
período helenístico, totalmente renovadas, plenas de color y ricamente
decoradas.
ESCULTURA
Las primeras esculturas griegas fueron pequeñas figuras humanas hechas
en materiales muy maleables, tales como la arcilla, el marfil o la cera.
En el período arcaico los griegos comenzaron a trabajar la piedra.
Los motivos más comunes de las primeras obras eran sencillas estatuas
de muchachos y muchachas. De formas lisas y redondeadas, estas figuras
eran plasmadas en la piedra con una gran belleza.
Estas figuras guardaban una gran similitud con las esculturas egipcias que
habían servido de modelo. Con la llegada del clasicismo, las estatuas
griegas fueron tomando un carácter propio. Gracias al estudio de las
proporciones se pudo copiar fielmente la anatomía humana y los rostros
ganaron definitivamente en expresividad y realismo.
Se introdujo el concepto de "contrapposto", posición por la cual la escultura se apoyaba totalmente sobre una pierna, dejando la otra libre, y el principio del dinamismo cobró forma en las representaciones de atletas en plena acción. Algunos de los grandes artistas del clasicismo
fueron Policleto, Mirón, Praxíteles y Fidias, aunque tampoco se puede dejar de mencionar a Lisipo, que intentando plasmar las verdaderas facciones del rostro, logró los primeros retratos.
Durante el período helenístico se enfatizaron y sofisticaron las formas
heredadas del clasicismo. Y, como producto de esto, surgieron obras de
inigualable monumentalidad y belleza, como "El coloso de Rodas", de
treinta y dos metros de altura. Cabe aclarar, que tanto por su función
religiosa como decorativa, la escultura se hallaba estrechamente ligada
a la arquitectura
ARQUITECTURA
El templo fue, sin lugar a dudas, uno de los legados más importantes de
la arquitectura griega a occidente. Era de una forma bastante simple: una sala rectangular a la que se accedía a través de un pequeño pórtico (pronaos) y cuatro columnas que sostenían un techo bastante similar al actual tejado a dos aguas. En los comienzos éste fue el esquema
que marcó los cánones.
Del perfeccionamiento de esta forma básica se configuró el templo griego
tal y como hoy lo conocemos. En sus comienzos, los materiales utilizados
eran el adobe para los muros y la madera para las columnas. Pero a partir
del período arcaico, éstos fueron reemplazados por la piedra, lo que
permitió el agregado de una nueva hilera de columnas en el exterior ,
y con esto la construcción ganó en monumentalidad.
Entonces surgieron los primeros órdenes arquitectónicos: el "dórico", al sur, en las costas del Peloponeso y el "jónico", al este. Los templos dóricos eran más bien bajos y macizos. Las gruesas columnas carecían de base y el fuste era acanalado. El capitel, muy simple, terminaba en una moldura llamada equino. Las columnas sostenían un entablamiento (parte superior que corona una obra de arquitectura) compuesto por un arquitrabe (parte inferior del entablamiento, que
descansa sobre el capitel de la columna) y un friso de tríglifos
(forma de rectángulo saliente, surcado por 3 canales verticales que
va del arquitrabe a la cornisa) y metopas (intervalo cuadrado que media
entre dos triglifos del friso dórico).
La construcción jónica, de mayores dimensiones, descansaba sobre una
doble hilera de columnas, algo más estilizadas. El capitel culminaba en dos
gráciles volutas (adorno en forma de espiral) y los frisos se hallaban
decorados con relieves. Más adelante, en el período
clásico, la arquitectura griega arribó a su máximo apogeo.
A los dos órdenes ya conocidos se sumó el "corintio", con su típico
capitel terminado en hojas de acanto.
Las formas se estilizaron aún más y se agregó una tercera hilera de
columnas. El Partenón de Atenas es la más clara ilustración de este
brillante período arquitectónico griego.
En tiempos de la dominación helénica, la construcción, que conservó las
formas básicas del clasicismo, alcanzó el punto máximo de la fastuosidad.
Columnas de capiteles ricamente ornados sostenían frisos trabajados en
relieve de una elegancia insuperable.
Tomado para fines educativos
ACTIVIDAD:
Leer y estudiar el documento.
Realizar un resumen de lo que creas que sea lo mas importante. No enviar evidencia.
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